Érase una vez en un cuento, se encontraba un conejo acusado supuestamente de no ser honesto al ganar la carrera realizada con el señor lobo.
El caso se presentó en dos lugares muy coloridos, (cuarto A y cuarto B), la asistencia de la defensa de ambas partes era numerosa, y ellos mantenía fuertemente la postura de inocencia de sus defendidos.
Esto fue lo que pasó, en una hora de clases de la materia de Lengua, aquí estudiantes trasladaron el cuento al aula como un método de creativo de aprendizaje donde la docente Mayra Avellán culminó con la reflexión de lo realizado esta rutina de aprendizaje.