Querida Familia Cristo Rey:

Es para mi una gran alegría dirigirme a ustedes para saludarles de manera muy especial y presentarles mis mejores deseos. Todos quienes conformamos esta gran familia: estudiantes, padres de familia, personal de la Institución, exalumnos/as, amigos, benefactores y colaboradores en general, tenemos un gran desafío ante Dios y ante la sociedad: dar lo mejor de nosotros para construir un mundo mejor, más justo, humano y cristiano. Es un compromiso que lo asumimos desde el fondo de nuestro ser y para ello ponemos todas nuestras capacidades y todo nuestro corazón para lograrlo.

La Compañía de Jesús, a lo largo de los siglos, ha asumido su misión en el campo de la educación con responsabilidad, excelencia y dinamismo; nosotros somos herederos de esta tradición y así lo testimonian las diversas promociones formadas en el Cristo Rey, que se acerca a celebrar sus 90 años de existencia!. Hoy, estamos invitados a continuar con los procesos de innovación, mejora y calidad emprendidos por la RUEI (Red de Unidades Educativas Ignacianas del Ecuador), para formar integralmente “hombres y mujeres para los demás” (P. Arrupe), personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas y dejar siempre en alto el nombre de nuestra Institución. Somos “muchas llamas, pero un solo fuego; varias historias de un solo relato” (CG35), colaboradores de la obra creadora de Dios y generadores de vida y esperanza.

Que el buen Dios y nuestra Madre Dolorosa nos bendigan, iluminen y acompañen para seguir escribiendo, con sencillez y esfuerzo diario, esta historia llena de alegrías, luchas, sudor, lágrimas y sonrisas. Que todos nuestros afanes sean para el bien de la humanidad y
para la mayor gloria de Dios.

P. Daniel José Obando, S.J.
Rector